Revel the Movement

Mi proceso con el cáncer me devolvió la vida.

Soy Lea y tengo 50 años. A mis 4 años le diagnosticaron a mi mamá cáncer de mama y le dieron 1 año de vida, lo cual me llenó de mucho miedo y ansiedad. El cáncer de mi mamá y el miedo de que muriera en cualquier momento fue parte de mi vida. Me casé a los 21 años y me embaracé lo antes posible para que mi mamá conociera a su nieto (a). A los 23 nació mi hija y me dijo “ya tienes a la compañera de tu vida, ya me puedo ir…” 5 meses después murió. Ahí empecé el camino y búsqueda por quitarme tantos miedos. A mis 30 años muere mi papá. A mis 33, me divorcié. Hace dos años, en medio de la pandemia de COVID, me detectaron cáncer en un seno, me quitaron el tumor y los ganglios. seguido de quimioterapias, radiaciones y una menopausia inducida. Por muchos momentos pensé que no iba a soportar, el cáncer fue una maestría de vida, un regalo con una envoltura muy rara. Mi proceso con el cáncer me llevó a trabajar en mí, no sólo físicamente, también emocionalmente. El cáncer me sanó, sanó a esa niña llena de miedos y ansiedad. El cáncer me regresó a la vida. Hoy me siento más viva y agradecida que nunca. Lea Shwartz      

Las Barras, ¿cómo cambiaron mi vida?

Hoy te quiero contar una historia que empezó hace casi 7 años. Según yo vivía muy feliz y era súper positiva y siempre me salía con la mía. Según yo tenia la vida perfecta, aún que sabía que había algo más grandioso, que mi vida podía ser mucho mejor. Conviviendo con diferentes grupos de amigas en el lapso de 2 semanas 3 personas me dijeron “deberías de dar barras tu” y cuando preguntaba “¿qué son las barras?” Alguien interrumpía y ya no me podían contar. A la tercera persona que me dijo ya no le pedí explicación le pedí el dato de quien me podía enseñar esto de las barras, así como el “Borras” llegue a una clase que no sabía de que era, no sabía si iba a hacer ejercicio o si iba a meditar,  si tendría bailarines exóticos o changos saltando. Llegue sin expectativa, sin información. Esto fue lo que hizo tan mágico ese momento. Llegue temprano a la Certificación Internacional de Barras de Access Consciousness, fui la primera en entrar, vi camillas y sillas. Pensé “oraleeeeee ya me tocó masaje”. Poco a poco fue llegando mas gente éramos solo mujeres, lo cual me llamo la atención. Comenzó la clase y comenzó la Magia sin darme cuenta. Las Barras de Access Consciousness es una terapia energética por medio de la cual liberas todos los puntos de vista que has hecho significativos, sólidos, que te estorban… te liberas, regresas a ser tú. Todo esto de una forma sencilla y fácil, sin drama, sin trauma. El proceso es en total facilidad. Al terminar me sentí mas relajada que en cualquier masaje, me sentí en paz. Ese día aprendí a dar y a recibir el proceso. Ahí empezó mi cambio, mi transformación. No te podría decir que cambio exactamente, pero mi vida empezó a ser diferente. En estos años he seguido este camino de ligereza, diversión, transformación ¡en total facilidad y gozo! El cambio ha sido sutil, pero poderoso. Mi liberación ha sido impresionante, cada día mayor, cada día más. De ser una mujer que me sentía pequeña, guapa pero ya casada así que insignificante… de estar apagada me empecé a encender y a ser consciente de cuando estoy encendida y cuando no. Empecé a reconocer mis súper poderes, el poder de sanar, en poder de comunicarme energéticamente con otros cuerpos, el poder de saber, el poder de entender, el súper poder de recibir a todos tal y como son, incluyéndome a mi. Hoy soy un mujerón que expande tanto su energía que el mundo se le hace pequeño. Soy un mujeron que ayuda a mas mujeres a reencontrarse consigo, a recuperarse,  a salir de esa caja en la que se metieron quien sabe cuando. Hoy me empodero y empodero a las demás. No compito jalo, comparto, sumo. Reconozco a mi ser infinito, estoy en comunión y comunicación con mi cuerpo lo que me permite recibir mucho más. Más información energética, mas amor, mas paz. Todo esto me ha vuelto mas consciente y ahora se que puedo manejar mi energía para ser el cambio que se requiere, para contribuir a mi entorno, a mi familia, mi negocio, a la naturaleza, al mundo. Hoy vivo en magia, en expansión, en prosperidad, en consciencia. Te invito a cambiar tu vida, a hacerla ligera, divertida y expansiva con total facilidad! ¿Quieres venir a jugar? Lilian Curiel @soyliliancuriel    

¡Mujeres incansables, Mujeres en tiempos de guerra!

Habiendo nacido en México y habiendo estudiado derecho, nunca me imaginé que terminaría viviendo en Europa y mucho menos que en el siglo XXI estaría viviendo tan de cerca y siendo testigo de una guerra de la magnitud de la guerra entre Ucrania y la Federación Rusa. Para nosotros que vivimos en Europa, imaginar que el presidente de Rusia tendría la audacia de atacar Ucrania de la noche a la mañana era un escenario casi imposible, sin embargo, el 24 de febrero nos levantamos con la noticia, sin precedente, de que Rusia había iniciado un ataque ilegal a Ucrania. Yo, me levanté con el “beep, beep, beep” de los mensajes sin parar en mi celular. Mensajes de angustia, tristeza, desesperación y miedo de todos los empleados que tenemos en la empresa donde trabajo. Automáticamente entramos en “modo emergencia” y empecé por tratar de localizar a nuestros empleados ubicados en Ucrania, uno de ellos casado y con una hija. Después de varios intentos logré comunicarme con el para ver si podíamos ayudarlo de alguna manera a lo que me contestó lo siguiente “Mi esposa, hija y madre están en Rumania ahora, van rumbo a Alemania con mi hermana. Ningún hombre puede salir de Ucrania, por lo que tenemos que pelear y ganar esta guerra…. Si algo me llega a pasar, estaré muy agradecido si pueden ayudar a mi familia… su nombre es Ira…”. Traté de comunicarme con Ira por muchos medios hasta que por fin logré hablar con ella y allí me enteré de que su hija era una bebé de ocho meses, como madre de una pequeña de dos y medio anos, sentí que el corazón se me rompía a la mitad y no encontraba palabras para poder expresar mi apoyo. Lo único que pensaba era “Tienes que presentarte ante ella segura y fuerte, te necesita fuerte”. Ira estaba “tranquila”, su tono de voz estable, pragmática y centrada en que tenía que hacer, a donde tenía que ir y como “resolver” su situación durante el tiempo que esta guerra sigue. Todas mis conversaciones con ella han sido para mi, un claro ejemplo a seguir. Ira ha enfrentado esta “situación” estoica, impávida ante las circunstancias, efectiva en sus solicitudes, asertiva en sus decisiones, pausada, tomándose el tiempo que necesita para pensar y dar un paso firme. Una gran amiga mía ucraniana acaba de emigrar a Polonia hace dos días. Ella también me enseño una gran lección hace un par de días cuando me mandó una foto de su hijo y me dijo: “Todavía estamos en Kiev, en casa, gracias a nuestro ejercito, nuestra área es más o menos tranquila. Sin embargo, ayer dormimos en el sótano, cuando escuchamos el sonido de las sirenas rápidamente nos agrupamos y bajamos a refugiarnos. Mi hijo, Nikoloz se quiso llevar consigo un mapa de Ucrania para pegar en el sótano y hoy en la mañana, después de pasar toda la noche en el sótano, Nikoloz quería romper el pedazo de Rusia del mapa, pero lo detuve y le explique que existe mucha gente en Rusia que están siendo aprisionados y atacados por protestar en contra de esta guerra….”, el mensaje continua con ella explicándome como nunca se imaginó tener que tomar pan de voluntarios, que tiene miedo por sus hijos y termina diciéndome “La gente no se va a callar!! ¡¡¡No por este precio y no por ese método!!! ¡¡¡Estamos todos vivos!!! ¡Estamos todos juntos en esto!” Estos últimos días he aprendido tanto sobre la capacidad de una mujer de enfrentarse a situaciones extraordinarias. Hoy reafirmo lo ridículo que es llamar a la mujer como el sexo débil. Lo que he visto y vivido en una semana demuestra, sin lugar a duda, que la mujer esta lejos, muy lejos de ser débil, que el hombre podrá en algunos casos tener mayor fuerza física, pero la fuerza emocional y la resiliencia de las mujeres es algo inmensurable. Mis mujeres, mis amigas en estos tiempos de guerra, lloran en sus sueños cuando sus hijos no las escuchan, tiemblan de miedo y lo ignoran, usan el miedo y la angustia para cargar a sus hijos y cruzar fronteras, aman incondicionalmente y no generalizan por nacionalidades, están presentes, vivas y unidas por una misma causa. Estas mujeres de las que hablo son las que emanan esperanza y son mi fuente de inspiración, respeto y aspiración, para que yo algún día, pueda ser como ellas. Rebeca Wignall  

Tu historia es Nuestra historia

“Si queremos encontrar el camino de regreso a nosotros mismos y entre unos y otros, necesitamos el lenguaje y la confianza fundada tanto de contar nuestras historias como de ser guardianes de las historias que escuchamos.”  Atlas of the Heart / Brené Brown “Hace algunos años en India, visité grupos de autoayuda de mujeres y caí en la cuenta de que estaba siendo testigo de mujeres empoderando a mujeres. Vi a mujeres cargándose las unas a las otras y me di cuenta que todo comienza cuando las mujeres empiezan a platicar entre ellas…cuando las mujeres obtenemos información, herramientas, fondos, y un sentido de nuestro poder, despegamos…empezamos a hablar con voz propia en favor de valores propios, y eso hace que las vidas de todos a nuestro alrededor sean mejores…cuando elevamos a las mujeres, elevamos a la humanidad” The Moment of Lift / Melinda Gates “El mapa del paraíso está dibujado en los deseos más profundos de las mujeres. Lo que las mujeres quieren es bueno. Lo que las mujeres quieren es hermoso…Si las mujeres confiaran en y reclamaran sus deseos, el mundo como lo conocemos se derrumbaría. Tal vez eso es precisamente lo que debe suceder para que podamos reconstruir vidas, relaciones, familias y naciones más bellas en su lugar. Tal vez Eva nunca debió ser nuestra advertencia. Tal vez se suponía que fuera nuestro modelo a seguir. Aduéñate de tu querer. Cómete la manzana. Deja que arda el fuego.” Untamed / Glennon Doyle Se ha dicho por incontables mujeres a lo largo de la historia y llegó el momento de escuchar, de compartir y de elevarnos. No importa quién lo diga o cómo se diga, la cuestión es que compartir nuestras historias no nos debilita, nos hace más fuertes, nos hace sentir acompañadas, nos recuerda nuestra propia humanidad y el camino a casa. Durante este mes, el mes de la mujer, mujeres fuertes, poderosas, enteras, y libres le abren su corazón a Revel. Estas mujeres han tenido la valentía y el coraje de compartir pedazos de su espíritu y de sus historias con todos nosotros. Historias tan diversas como esperanzadoras. De mujeres que se han roto en mil pedazos para pegarse de vuelta, mujeres que han tenido el coraje de adueñarse de su querer a costa de su zona de confort, mujeres que han desafiado el status quo, que han cuestionado el deber ser, que han atravesado situaciones impensables y han salido más fuertes. Y orgullosamente estaremos compartiendo dichas historias.  Pero éstas son sólo algunas, sabemos que allá afuera hay cientos de miles más. Así que el día de hoy se abren las puertas de Revel no solo durante este mes sino por la eternidad para escuchar todas aquellas historias que necesiten ser escuchadas y prometemos desde este día y en adelante ser fieles guardianas de las historias confiadas. Que Revel sea nuestro capullo, nuestro oasis. Tu historia es nuestra historia. Y les agradecemos infinitamente a ustedes. Mujeres valientes y mujeres libres. Porque es una bendición conocer a una mujer libre ya que ustedes son un espejo que siempre nos recuerda quienes somos en realidad. Con amor,  Revel  

Amor, placer y salud – El poder sanador del sexo

  Una vida sexual plena puede cambiarte, por dentro y por fuera. Hoy quiero hablarte de cómo te puede hacer más saludable, más feliz, más bella y atractiva. Y esto no es magia. La química de tu cuerpo cambia gracias al placer y al orgasmo.Acompáñame y conoce cuál es el tipo de sexo que de verdad puede transformar tu vida y cómo tú misma te puedes hacer cargo de tu satisfacción y tu felicidad sexual, y acompañar a tu pareja en este proceso. Sexo y salud: una conexión esencial ¿Alguna vez te has preguntado qué tan profunda es la conexión entre tu vida sexual y tu bienestar general? Sabemos que tiene un impacto, pero a veces perdemos de vista el hecho de que este impacto es enorme. La conexión entre nuestra vida sexual y nuestra salud se da en todos los niveles. Afecta el estado de nuestro cuerpo, la calidad de nuestras emociones, la lucidez de nuestras mentes, nuestra percepción, nuestros patrones de sueño. También influye mucho en cómo nos presentamos ante el mundo, cómo nos vemos a nosotras mismas y, por lo tanto, cómo nos ven las demás personas. Esto se ha comprobado en estudios clínicos serios, y es un tema que se explora cada vez más. Pero, por supuesto, es algo que a nivel de experiencia humana hemos sabido por siglos. Lo podemos ver desde la perspectiva de la medicina que llamamos “occidental”, y desde perspectivas ancestrales, como la medicina tradicional china. Las dos han estudiado cómo la vida sexual tiene un impacto en la salud. La visión occidental moderna Desde una perspectiva estrictamente física, se ha demostrado que el impacto de nuestra vida sexual sobre nuestro físico es instantáneo y profundo. Y que sus efectos son a largo plazo. La actividad sexual: Reduce el ritmo cardiaco, lo que te brinda una sensación de tranquilidad y relajación, y ayuda a preservar la salud de tu corazón. Disminuye la presión sanguínea, para una mejor salud arterial, un menor riesgo de accidentes vasculares y una mejor salud sexual. Ayuda a reforzar el piso pélvico, que cumple la importante función de apoyar a los órganos del cuerpo. Cuando es sólido, todo se sostiene mejor, por dentro y por fuera, y la energía circula mejor. Aumenta la respuesta inmune, con lo que tu cuerpo está más preparado para protegerse. Quema calorías. Esto, por supuesto, no significa que vayas a bajar de peso o que sustituya a tu programa de ejercicio, pero sí es un buen ejercicio aeróbico y un uso saludable de tu energía. El sexo puede ayudar a reducir la percepción del dolor. Esto depende de cada cuerpo, pero hay casos en los que ayuda a disminuir jaquecas, cólicos menstruales, dolores musculares y de articulaciones. Unas veces se logra esto por la relajación muscular y otras por la liberación de ciertos neuroconductores y hormonas. Puede ayudar también a disminuir los síntomas del síndrome premenstrual. Aunque todavía faltan estudios específicos, sí ha quedado claro que tener orgasmos frecuentes tiene un impacto en la química y en la constitución física de tu cuerpo, y que los efectos de ese impacto incluyen un aumento de los niveles de energía. Mejora tu humor, disminuye tus niveles de cortisol (el exceso de cortisol causa endurecimiento arterial y alteraciones en el sueño), y la mezcla de hormonas y neurotransmisores tiene efectos bien conocidos: con el estrógeno tu piel es más brillante y tu cabello, más suave. Las feromonas te vuelven una persona más atrayente, a un nivel real, químico. Y sabemos, por supuesto, que las endorfinas te ayudan a estar tranquila y feliz. Entonces: te sentirás más plena, más joven y radiante, y más tranquila. En todo, pon calidad En una relación de pareja a veces el sexo puede ser un poco monótono, o falto de energía, o muy enfocado a dar placer a la otra persona, sin importar lo que recibes. Por eso cabe preguntarse: ¿Cómo influye la calidad del sexo que practicamos en sus beneficios para la salud? En primer lugar, está el lugar que el sexo tiene en nuestras emociones. Cuando una pareja pierde el interés en tener relaciones sexuales de calidad, esto va a impactar su relación en muchos otros campos. Pero una relación sexual plena ayuda a crear lazos más fuertes entre ellos y, por supuesto, a crear una estabilidad mayor en la relación. Si bien es cierto que puedes reducir el estrés con meditación, ejercicio, respiración o medicamentos, una forma muy efectiva puede ser teniendo un buen sexo y un buen orgasmo, o muchos. Por supuesto, también te ayuda a vivir con menos estrés, y eso vuelve más armónica cualquier relación. Cuando hablamos de “hacer el amor”, podemos verlo como una idea literal: al tener sexo, estamos construyendo emociones y lazos con nuestra persona amada. Esto no significa que cada vez que tengas una relación sexual con tu pareja tenga que ser algo espectacular. Cualquier tipo de contacto físico positivo es benéfico para el cuerpo, para tu humor y tu relación, y en general aumenta las sensaciones de bienestar. Pero el “rapidín” o el sexo sin energía suficiente no pueden ser tu única vida sexual. Esas tardes enteras, esos momentos intensos, el tiempo y el espacio para acariciar, besar, estimular, provocar, para alcanzar orgasmos intensos y profundos, ésas son las relaciones que más beneficios te darán. Antes, durante y después de este tipo de relaciones, tu cuerpo pasa por cambios en todos los niveles. Tienes beneficios incluso si no tienes un orgasmo. Claro que, al incorporarlo, también recibes todos los beneficios generados por el propio orgasmo, como la liberación de hormonas y neurotransmisores que ya mencioné. Es importante el tiempo que dedicas a dar masaje, por ejemplo, en yoni y lingam, en el área de los genitales y sus alrededores. Esto es importante también para los hombres. Los órganos sexuales se vuelven más consistentes, más fuertes, incluso más grandes, en algunos casos. Los niveles de sensibilidad y satisfacción aumentan. El masaje, la succión y las caricias ayudan también a tener

Sexual Wellness – La Brecha Orgásmica

“Mmm ¡Qué bien se siente!  ¿Te gusta a ti también?” Y tú piensas: en realidad no, no mucho. Pero contestas: “¡Sí, claro! ¡Delicioso!”, mientras volteas tus ojos con cara de enfado. Lo bueno de esto es que estás en posición de perrito y él no puede ver tu cara de enfado. Lo que quieres es que esto termine ya. Él continúa disfrutando y gime, entusiasmado; su respiración se acelera cada vez más y tú percibes que está apunto de venirse, así que empiezas a respirar aceleradamente y a gemir también. “¡Si! ¡Así! ¡Más! ¡Dame más! ¡Más profundo!”, gritas, para apresurarlo a que termine. Finalmente, él eyacula y tiene un orgasmo y te pregunta, “¿Te viniste tú también?”  “Sí, claro, estuvo increíble”, mientes. El fragmento anterior es del libro Becoming Cliterate, de Laurie Mintz. Desafortunadamente, también es un diálogo de lo mas común en la intimidad de muchas relaciones. ¿Por qué las mujeres fingimos el orgasmo? ¿Por qué la brecha orgásmica es tan grande entre mujeres y hombres en una relación heterosexual? No podemos hablar de igualdad de género cuando existe una desigualdad tan grande en el dormitorio. Merecemos una vida sexual plena y satisfactoria. ¿Qué es la brecha orgásmica, a que se debe y cómo podemos disminuirla? La revista Archives of Sexual Behavior publicó un estudio que incluyó a más de 52,500 adultos. Los autores encontraron que, en relaciones heterosexuales, los hombres tienen orgasmo alrededor de 95% de las veces que tienen una relación sexual. En cuanto a las mujeres, apenas cerca de 60% refieren llegar al orgasmo. Otros estudios (enfocados también en las relaciones heterosexuales) han dado datos aún más alarmantes: mientras el porcentaje de hombres que alcanzan el orgasmo permanece casi igual (91%), el de mujeres podría ser tan bajo como 39%. El término “brecha orgásmica” se refiere a la realidad de que las mujeres en relaciones heterosexuales son el grupo demográfico que tiene menos orgasmos durante una relación sexual, y que una gran distancia las separa de los hombres en este tema. Si bien es cierto que una vida sexual plena no se define por el número de orgasmos que una persona tenga, se trata de una diferencia muy marcada, y el gran misterio es: ¿por qué hemos dejado que se normalice esta situación? La brecha orgásmica tiene que ver con muchos factores, pero uno muy importante es la ignorancia cultural acerca de la anatomía femenina. Entender nuestra anatomía es fundamental para saber qué nos gusta y cómo lograr el placer máximo.  Aprender acerca de lo que nos provoca placer y conocer nuestros lugares mas erógenos nos da un mayor control sobre nuestros cuerpos. Así podremos enseñar a nuestras parejas a darnos más placer y lograr más igualdad en la cantidad de orgasmos. Mitos, verdades y malentendidos Necesitamos desaprender lo aprendido y estar dispuestas (y, claro, dispuestos) a empezar de nuevo. Uno de los principales mitos a erradicar es que la penetración es suficiente para que la mujer alcance un orgasmo. Es la escena mas común presentada en la industria pornográfica. Vemos a parejas teniendo lo que pareciera ser un sexo maravilloso, que consiste en la pura penetración, ignorando por completo al clítoris y todo su potencial. Vemos hombres que penetran por horas sin cesar a mujeres que aparentemente están volviéndose locas del placer, pero a la hora que nosotros tratamos de reproducir esas escenas nos damos cuenta de que no es así. La penetración por sí sola realmente no es placentera para las mujeres. El canal vaginal, en donde se lleva a cabo la penetración, casi no tiene terminales nerviosas. Si tuviera las necesarias para tener un orgasmo tan placentero como lo hacen ver las estrellas del porno, simplemente no sería posible parir: nos moriríamos del dolor. El centro de nuestro placer se encuentra en el clítoris, ese órgano destinado exclusivamente al placer y bastante ignorado y desconocido, todavía hoy en día, tanto por los hombres como por las mujeres. Otro factor que complica las cosas son los orgasmos fingidos. Hay estudios que demuestran que más de 70% de las mujeres en alguna ocasión de su vida o de manera habitual han fingido o fingen el orgasmo. Lo más triste y preocupante de esta parte es que las mujeres fingen el orgasmo porque creen que, si no lo alcanzan “como deberían hacerlo”, se debe a un defecto o una falla personal de ellas; que algo no están haciendo bien. El problema también radica en que estamos en una cultura que valora más la forma de placer masculina que la femenina. La anatomía del placer femenino La zona genital femenina incluye órganos internos y externos. Una de las partes internas es el canal vaginal, que es por donde entra el pene y por donde salen los bebés. Esta parte, como mencioné, tiene muy pocas terminaciones nerviosas, precisamente para poderse expandir lo suficiente para que nazca un bebé sin que la mamá muera en el intento. La parte externa se llama vulva. Está compuesta por los labios mayores y menores, así como la parte externa del clítoris, también conocida como “glande del clítoris”. Está hecho del mismo tejido que el pene, podemos decir que es su órgano análogo y, así como el pene, está compuesto de tejido eréctil y de miles de terminales nerviosas que se engrosan y crecen cuando se excitan. La gran mayoría de las mujeres necesitan estimulación clitoriana para lograr un orgasmo y la brecha orgásmica, generalmente hablando, es el resultado de que las mujeres no reciban la estimulación necesaria en su clítoris durante los encuentros sexuales heterosexuales.  Si ponemos un poco más de atención a la forma de masturbarse de hombres y mujeres, podemos darnos cuenta que la forma en la que el hombre se da placer individualmente es bastante similar a la forma en que lo hace durante una relación sexual. En cambio la forma en la que una mujer se masturba casi siempre incluye estímulo directo al clítoris, ya sea de forma exclusiva o con alguna forma de penetración. Y cuando lo hacen así, casi todas las mujeres logran

Sexual Wellness – Cliterología

Conocerte mejor para quererte más, porque no podemos amar lo que no conocemos. No estamos rotas ni nos hace falta nada, ni tenemos envidia de el pene como decía Freud. Muy al contrario, las mujeres tenemos un órgano análogo al pene, e igualmente completo. Es increíble pensar que la anatomía del clítoris no fue entendida sino hasta 1997, lo que significa que los humanos caminaron en la luna, e hicieron muchas otras hazañas antes de descubrir cómo era el órgano sexual femenino en su totalidad. Desde la antigüedad los griegos y los romanos tenían una amplia idea de como era el clítoris, bastante parecida a lo que hoy conocemos (incluía el conocimiento de la parte interna) pero consideraban que el clítoris era un órgano inferior, comparado con el pene. Un famoso medico romano escribió que el clítoris era “un intento fallido del pene”. En la edad media la sexualidad humana era vista como mala. En el libro que fue por excelencia el manual para la persecución de las brujas ¨Malleus Maleficarum¨ un clítoris excitado era una muestra clara de la presencia del demonio en la mujer. Durante el renacimiento, el clítoris empezó a emerger un poco como una parte del cuerpo legitima y valiosa de las mujeres. Las parteras empezaban a recomendar el orgasmo para promover y lograr el embarazo, los artistas empezaron a incluir el clítoris en las pinturas del cuerpo humano, los estudiosos de la anatomía empezaron a tener ideas mas certeras acerca de el, hubo uno que lo llamaba “la semilla del placer femenino”, aunque otros aun lo llamaban “el miembro vergonzoso de la mujer” o “pudendum” (algo de lo que hay que avergonzarse). En la época victoriana a las mujeres se les incitaba a tener relaciones sexuales pero solo por el bien de sus maridos, pero ellas eran consideradas criaturas débiles y asexuales, el orgasmo femenino era considerado inapropiado, innecesario y hasta malo para la salud. Mientras esto sucedía en occidente, en oriente se desarrollaba el Kamasutra, que incluye decenas de imágenes para demostrar las posibilidades del placer sexual. Unos años después vino Freud y con él la teoría que terminó de darle una muy mala reputación al clítoris, y con él, el tiro de gracia para el clítoris “the final blow to the clitoris”. Freud, entre otras cosas decía que el clítoris en la adolescencia tiene que pasar su lugar y su sensibilidad a la vagina, en esencia, decía que las mujeres que necesitaban estimulación clitoriana para llegar al orgasmo estaban defectuosas. Y fue real, los médicos siguiendo las recomendaciones de Freud empezaron a llamar a las mujeres que no podían alcanzar orgasmos sin estimulación clitoriana “mujeres frígidas!” En 1953 un sexólogo americano llamado Alfred Kinsey, pionero en el área, escribió el best seller “sexual behaviour in the human female” y causo bastante revuelo, especialmente en la parte en donde decía que “la penetración no es la mejor forma para recibir placer en la mujer, que es en el clítoris en donde se encuentra el centro del placer” . En los principios de los 60´ Master y Johnson llevaron a cabo estudios científicos en donde observaban a detalle la respuesta sexual de cientos de mujeres y ahondaron mucho mas en el descubrimiento de la anatomía y la fisiología sexual humana.El libro que publicaron tenia un capitulo entero acerca del clítoris y lo describieron así: “el clítoris es un órgano único en la anatomía humana, es el único órgano cuya función es el placer” y reconocieron su importancia en el placer femenino. También contradijeron a Freud y concluyeron que los orgasmos vaginales y clitorianos no son dos cosas diferentes y que no importa en dónde una mujer sea estimulada, todos los orgasmos son fisiológicamente iguales. Un poco más adelante las feministas decretaron que “todos los orgasmos son clitorianos”. A finales de los 60 el “descubrimiento” del famoso Punto G que recibe su nombre del doctor que lo “descubrió” y se llamaba Rigner de Graaf, nos llevo un poco de vuelta a la época Freudiana, poniendo de nuevo estrés en la forma de alcanzar un orgasmo y haciendo creer que si no era a través de la vagina o del punto G, algo estaba mal contigo… Llegamos a nuestros días con la información que recibimos a través del porno, información sumamente equivocada en la que el placer principal se centra una vez mas en el hombre, y rara vez nos deja ver una relación sexual plena… ¿Porque Freud estaba tan equivocado al decir que las mujeres teníamos una envidia permanente del pene y que éramos como hombres incompletos?… Lo que Freud ignoraba es que las mujeres contamos con un órgano homologo y casi igual a lo que es el pene en el hombre. Empecemos por nombrar las partes de la forma correcta; normalmente llamamos equivocadamente al órgano reproductor femenino, vagina, pero vagina viene del latín que significa “funda de la espada” limitándolo así a ser solo una funda. Sí queremos referirnos al órgano completo debemos de llamarlo “vulva”, este integra a la apertura del canal vaginal, labios menores, mayores, glande del clítoris, y apertura de la uretra. Paradigma freudiano del falo vs la falta… la vagina no es el órgano sexual femenino, es el clítoris, no hay falta de nada, Freud estaba equivocado, a ninguna de nosotras nos falta nada, estamos completas. Marta Briseño @dramartabriseno  facebook.com/Dra. Marta Briseño  

Sexual Wellness – Ámate

Ámate. Para que sientas más. Para que goces más. Para que des más amor. Para que seas más libre que nunca. Confundimos lo que nuestra cultura nos enseña con “la verdad”. Y lo adoptamos, a veces, sin someterlo al pensamiento crítico. En nuestra cultura, es más permitido criticarte que apreciarte. Es hora de cambiarlo. ¡Eres hermosa! ¿Quién puede, en verdad, decirte que no? La incomodidad, la inseguridad y el estrés que generas cuando eres crítica contigo misma son un obstáculo para lograr satisfacción sexual plena. Reducen la capacidad para el placer. Sentirte bien contigo y quererte da por resultado una vida sexual más plena y satisfactoria. Así que, para tener más y mejor sexo, ¡empieza por reconocerte y amarte! ● Trata de ser más sutil en tus críticas hacia ti misma, o deshazte de ellas por completo. ● No te permitas decirte cosas que no le dirías a tu hija o a tu mejor amiga. ● Evita la constante autocrítica, que sólo hace daño. ● Cambia la autocrítica por el autoamor, la autoternura, la autosuperación. ¿Realmente es “auto” crítica? ¿Quién te enseñó a no quererte? ¿Quién te puede decir qué cuerpo tener? ¿De quién son esas ideas que te impiden apreciarte? Libera tu mente. Obsérvate. Trátate con el amor que das a los demás. Todo el tiempo, estamos sujetas a mensajes. Y vivimos en una cultura donde damos, a ciertos emisores, validez automática. Nos sujetamos a sus juicios. El mensaje moral: el que te hace sentir menos o que estás mal porque te gusta el sexo; que eso te hace una “zorra”. El que te hace creer que la virginidad es tu activo más valioso, o que si has tenido varias parejas (por “varias” entiéndase las mismas o más que las que tu pareja ha tenido) deberías sentir vergüenza. El mensaje médico: “estás enferma”, o “el sexo provoca enfermedades y embarazo: es peligroso”. Si estás dispuesta a arriesgar eso, entonces el sexo debe ocurrir en una sola forma: deseo, excitación, orgasmo. Si no es así, seguro es que hay alguna razón médica. El mensaje de los medios: “eres inadecuada”, “estás mal”. Si no has tenido orgasmos vaginales, uterinos, enérgicos, si no eres multiorgásmica o si no eyaculas como una fuente y no has hecho todas las posiciones ilustradas en el Kamasutra, entonces eres “frígida” y estás mal. Antes de decírtelo ¿Se lo dirías a tu hija, a tu amiga, a tu madre? ¿Realmente son tus ideas las que estás reproduciendo? ¿Juzgas a otras personas con la misma dureza que a ti? ¿Ya pensaste también en todo lo positivo que tienes? Mientras más te critiques a ti misma es más probable que te encuentres más sola. Nuestra cultura nos ha hecho creer que autocriticarse es positivo, y hasta necesario para “ser mejores”, pero ¿Qué pasaría si te dieras cuenta de tu grandeza y tu perfección? La autocrítica es como una plaga en tu jardín. Nos enferma y se come a las flores más bonitas. Cambia tu autocrítica por amor propio. Mala, ¿según quién? Si disfrutas el sexo, o lo haces por placer: libertina. Si no lo disfrutas o no lo deseas: frígida. Si has tenido tantas parejas como un hombre: promiscua. Si tu cuerpo es diferente al modelo: inadecuada. Es hora de quererte. De decirte a ti misma quién eres. De disfrutar sin cargar con los prejuicios de otros. En la mayoría de las culturas y religiones, todo lo relacionado con el sexo es considerado como “bajo”, “sucio” y hasta “peligroso”. A la parte reproductiva sexual externa femenina (la vulva) se le llamaba “las partes pudendas”. Pudendum significa “lo que da vergüenza”. Necesitamos quitarnos la idea implantada de que todo lo que sucede “allá abajo” es asqueroso. Tenemos que cambiar todo ese contexto para poder empezar a apreciarnos y amarnos. Cambiar el “asco” por aprecio y reconocimiento. Dejar de etiquetar genitales, fluidos, aromas y sensaciones como “guácala” y apreciarlas más bien como algo saludable y bello, como un motivo para celebrar. Estrés e insatisfacción sexual. Si tu cuerpo no se ajusta a un modelo ajeno de la belleza. Si te miras al espejo y sólo destacas lo que no te gusta. Si sientes que deberías ser más, hacer más, ser otra. La crítica constante de ti misma genera estrés, y el sexo con estrés genera insatisfacción. Cuando te quieres, disfrutas más. La sensación de ser inadecuada, la vergüenza de ti misma, el apego a modelos de belleza impuestos, la culpa… ¿Cómo disfrutar a plenitud de tus relaciones sexuales cuando cargas con todo el estrés de no ser lo que otros esperan de ti? Gústate. Quiérete. Siéntete bella. La satisfacción está en ti. El peso es una de las razones por las que más nos castigamos. Es importante mantener un peso saludable, para sentirnos y estar bien. Pero ese número puede variar mucho de mujer a mujer. Nos han hecho creer que la delgadez extrema es lo bello y eso está muy lejos del alcance de muchas personas sanas, además de que es muy relativo. Lo que sí te puedo asegurar es que las personas demasiado delgadas no suelen tener energía ni para caminar. ¿Cómo pensar en sexo? La felicidad y la apreciación de tu cuerpo no tiene que ver con el número en la báscula, sino más bien con el reconocerte, apreciar tu cuerpo y todo lo que hace por ti, lo bello que es en su unicidad, y tratarlo con mucho amor y mucho respeto. El peso es sólo una medida relacionada con la gravedad. Es decir, refleja la gravedad que la tierra ejerce sobre un objeto. De lo que se trata es de vivir feliz dentro de tu cuerpo, del tamaño, color y sexo que sea, justo así como es “hoy”. Justo así como eres, eres perfecta y hermosa. Actividad para mejorar tu autoestima: conócete y quiérete: ● Toma un rato de tu día, tu semana o tu mes, y date la oportunidad de verte al espejo, sin ropa, o con la menor cantidad de ropa que te sea

Sexual Wellness – Dra. Marta Briseño

Mi primera curiosidad, mi gran curiosidad, la que me llevó a elegir mi camino en la vida, fue saber de qué está hecha una persona. Qué hace funcionar a esta compleja mezcla de carne, hueso, electricidad y algo más, algo indescriptible. He dedicado muchos años a estudiar para encontrar las respuestas. Comencé mi búsqueda por el camino de entender el cuerpo humano y su funcionamiento. Obtuve una licenciatura en nutrición y, después de haberme concentrado en ese enfoque médico, sentí que mis preguntas, en lugar de quedar respondidas, eran más profundas. Me quedó muy claro que la salud del cuerpo es crucial para una vida plena. Pero que hay mucho más por indagar. En la Universidad de Harvard obtuve un certificado en Salud Pública, con especialización en Lactancia Humana. El fruto de esta experiencia fue un libro dedicado a las niñas: Qué Maravilloso es Tener Pechos. Ese libro fue un intento de llevar un mensaje importantísimo para las niñas: el cuerpo de una mujer está hecho de muchas maravillas. Comencé a interesarme en los otros aspectos de nuestro ser: aquello que somos, además de un cuerpo. Cómo se beneficia nuestra vida y nuestra salud cuado buscamos, de manera consciente, la plenitud en todos los aspectos. Aprendí a elaborar productos de belleza naturales, mientras dedicaba más de mil horas de estudio (en el West Coast Institute of Aromatherapy, en Vancouver, Canadá) a las esencias de las plantas, a su capacidad para sanar y mejorar la vida. Me quedó claro que, en aspectos clave de nuestra vida y nuestras emociones, como la sexualidad, había algo más que el cuerpo físico, algo más que la vía médica para lograr el bienestar. Mi siguiente estación de aprendizaje fue la School of Healing Arts, en San Diego, donde me certifiqué como terapeuta masajista y como Reiki Master. Hice, además, algunos estudios de Ayurveda. Esta sencilla frase tiene un gran significado: en este punto de mi aprendizaje, era cada vez más claro para mí que el cuidado de la salud, que la búsqueda de la plenitud en la vida, en el amor, en la expresión de nuestra sexualidad, era un asunto que rebasaba al cuerpo y a sus necesidades. Entendí la naturaleza holística de nuestro ser: somos más que sólo el cuerpo, más que sólo el alma, más que sólo la mente. Lo que nos nutre va más allá de la comida. Lo que nos sana va más allá de la medicina. Ahí comenzó un camino de siete años en la medicina oriental, una de las tradiciones más antiguas y el sistema médico más completo de la humanidad. Fueron años de desvelos, de hallazgos, de prácticas intensivas en San Diego, residencias en hospitales en Chengdu, en China, hasta obtener mi doctorado. Para este momento, ya lo habrás adivinado: este camino nunca ha sido fácil. Ha estado marcado por esfuerzos agotadores, lágrimas, momentos de duda, historias que también me fueron construyendo, a través de duras lecciones de vida. Una de las más importantes que aprendí: cuando todo se reduce a fragmentos, te queda la oportunidad de construir con ellos algo nuevo. Aprendí también que vivimos en una era donde todo es posible y, sin embargo, hay cosas que no cambian. Una de ellas es el papel que se ha ido atribuyendo a la mujer en el sexo. Las maneras en las que se nos ha enseñado a percibirnos, el papel asignado al hombre y a la mujer en la relación sexual, la idea de “activo” y “pasivo”, la falta casi total de información y conocimiento de nuestro cuerpo y de sus muchas capacidades para la expresión, para el afecto y sus sensaciones, para el placer como una fuerza del espíritu. Sobre todo: la culpa por sentir placer, como si se cometiera una especie de infracción a la santidad de nuestro cuerpo. Esto me llevo justo a donde me encuentro ahora; terminando una especialidad en sexualidad humana en ISEE; Institute for Sexual Education and Enlightenment, para ser Terapeuta sexual y asi poder, de una manera más completa, ayudar a mujeres y hombres a alcanzar y desarrollar todo el potencial de su sexualidad y vivirla con plenitud. Son incontables las historias de mujeres que viven experiencias sexuales insatisfactorias, y las razones están, casi en su totalidad, fuera del alcance de medicamentos o tratamientos; están más allá de su cuerpo, en su experiencia de la vida, en su educación, en su percepción de sí mismas. Las razones están en la falta de conocimiento. Conocimiento de nuestro cuerpo y su poder maravilloso. Conocimiento de nuestro verdadero papel en la historia, del que tuvimos durante decenas de miles de años, antes del nacimiento de las sociedades patriarcales. Conocimiento de nuestro valor y nuestra belleza. Hoy, dedico mi vida a mejorar las de otras personas. Creo que hombres y mujeres deben saber más acerca de las posibilidades de una vida sexual plena y satisfactoria. Creo que la visión androcéntrica, centrada en la dominación, ha afectado a hombres y mujeres. Creo que es el momento de recuperar nuestro lugar, de apropiarnos otra vez de nuestra sexualidad, de vivirla y disfrutarla sin culpa, a plenitud, conscientes de su poder. Marta Briseño @martabriseno  facebook.com/Dra. Marta Briseño  

My brain and heart divorced

My brain and heart divorced a decade ago. Over who was to blame about how big of a mess I have become Eventually, they couldn’t be in the same room with each other Now my head and heart share custody of me I stay with my brain during the week and my heart gets me on weekends They never speak to one another  – instead, they give me the same note to pass to each other every week And their notes they send to one another always says the same thing: “This is all your fault” On Sundays my heart complains about how my head has let me down in the past And on Wednesday my head lists all of the times my heart has screwed things up for me in the future They blame each other for the state of my life There’s been a lot of yelling – and crying so,  lately, I’ve been spending a lot of time with my gut Who serves as my unofficial therapist most nights, I sneak out of the window in my ribcage and slide down my spine and collapse on my gut’s plush leather chair That’s always open for me ~ and I just sit sit sit sit until the sun comes up Last evening, my gut asked me if I was having a hard time being caught between my heart and my head I nodded I said I didn’t know if I could live with either of them anymore “my heart is always sad about something that happened yesterday while my head is always worried about something that may happen tomorrow,” I lamented my gut squeezed my hand “I just can’t live with my mistakes of the past or my anxiety about the future,” I sighed My gut smiled and said: “in that case, you should go stay with your lungs for a while,” I was confused  – the look on my face gave it away “if you are exhausted about your heart’s obsession with the fixed past  and your mind’s focus on the uncertain future your lungs are the perfect place for you There is no yesterday in your lungs  there is no tomorrow there either there is only now there is only inhale there is only exhale there is only this moment there is only breath and in that breath you can rest while your heart and head work their relationship out.” This morning, while my brain was busy reading tea leaves and while my heart was staring at old photographs I packed a little bag and walked to the door of my lungs before I could even knock she opened the door with a smile  and as a gust of air embraced me she said “what took you so long?“   ~ john roedel