Inhala profundo y…exhala…
Inhala profundo (1, 2, 3, 4), expande…sostén (1, 2, 3, 4)…exhala shhhhhhhhh (1, 2, 3, 4) suelta. No sabía bien por dónde empezar a hablar de la respiración y decidí que efectivamente haciéndolo, es decir, respirando, era una buena manera de hacerlo. Respirar significa decir que sí a la vida. Es lo primero que hacemos al nacer y lo último que haremos antes de entregar el cuerpo. La respiración es nuestra fiel y olvidada acompañante. Contra viento y marea ahí está siempre, es la novia maltratada que damos por sentada y hasta que no nos deja no la apreciamos por todas las cosas maravillosas que hacía por nosotras. El problema es que para cuando nos damos cuenta de esto ya siguió adelante, encontró a alguién que si la valora y es demasiado tarde. ¿A poco no? ¿Cuántas respiraciones CONSCIENTES haces en un día? Espérame, no me contestes, porque si eres como el 90% de la población me atrevo a contestar por ti y a decir que NINGUNA. Hoy estoy aquí para enseñarte a respirar, pero a respirar de manera intencional y así explotar el poder infinito que habita en una sola respiración profunda. Te invito a que de la mano aprendamos la magia de la Respiración Consciente. Dice James Nestor, autor de Breathe, que “estando aquí parado, fosas nasales abriendo y cerrando, se me ocurre que la respiración es mucho más que meter aire a nuestros cuerpos…” Y vaya que tiene razón! La respiración es la conexión más íntima con nuestros alrededores, es un intercambio continuo entre nosotros y el universo, un dar y recibir constante. Si crees que la respiración consciente no tiene nada que ofrecerte, déjame enumerar solo algunos de los beneficios que ofrece: la respiración cura enfermedades, sana traumas y heridas emocionales, relaja, calma, energiza, nos ayuda a dormir, nos ayuda a despertar, mejora nuestra reactividad y por lo tanto nuestras relaciones interpersonales, baja la presión arterial, regula el ritmo cardiaco, por nombrar solo algunas. Y ahora, ¿sigues pensando que no es para ti? Dice Dan Brule, que al tomar control consciente de tu respiración, le sacas el mayor jugo a tus pensamientos, tu energía y tu cuerpo. La Respiración Consciente es algo que todos podemos dominar y que nos devolverá la vitalidad que naturalmente fluye dentro de nosotras. Nos permite encontrarnos con nuestra vida y experiencias desde un lugar de creatividad, confianza, aceptación, presencia y curiosidad. Cuando practicamos Respiración Consciente, somos capaces de llevar la mente y el espíritu al momento presente, que es donde la paz, la felicidad y la luz están más disponibles. Te IMPLORO a que te animes, te relajes, INHALES profundo… EXHALES… disfrutes el viaje y respires como si tu vida dependiera de eso. Con amor, Bea Si quieres seguir respirando conmigo entra a www.revelthemovement.com e ¡inscríbete! Ahí te enseño y te acompaño a descubrir y a practicar distintas técnicas de Respiración Consciente y te enseño a integrarlas al movimiento para explotar sus beneficios al máximo!
Mi viaje a la Maternidad
Te cuento que yo siempre quise ser mamá, lo supe desde los 6 años en que estaba jugando con mi muñeca comiditas, dándole de comer y cambiándole el pañal. Me acuerdo de ese sentimiento de realización. Esa imagen ha vuelto a mi mente mil veces desde entonces y fue la primera vez que me conecté con ese deseo super profundo que me siguió toda la vida. Tuve un matrimonio super complicado, habíamos dicho que tendríamos un hijo después de 3 años, pero los años fueron pasando y yo la verdad como que no era consciente del paso del tiempo. Al final, él me informó que no quería tener hijos y después de 2 años de terapia por fin logré decidir salirme de esa relación. Mis creencias religiosas me habían tenido ahí tratando de rescatar esa relación. Ya divorciada me la pasaba buscando un papá, en lugar de un hombre con el que me sintiera feliz. Una mega presión para los hombres que se acercaban a mí. Obvio no fue nada positivo y más de uno salió por patas!! Jajajaja Gracias a eso me decidí a congelar óvulos, ya tenía 39 años y me sentía super presionada por la edad. Mi ginecólogo me recomendó hacerlo en Nueva York pues la tecnología en 2010 era mucho mejor allá, me decidí y lo hice. Mi mamá me apoyo muchísimo y ella y mi hermana vinieron a acompañarme al viaje. Me fue super bien, y ya con un buen número de óvulos congelados me sentía con una póliza de seguro que me garantizaba ser mamá más adelante y tener tiempo para encontrar a Mr. Perfect. Tuve una relación de pareja super formal, todo pintaba muy bien y él estaba de acuerdo en tener hijos conmigo. Yo le dije desde el principio, siempre fui super sincera en cuanto a mi deseo de ser mamá. Él estaba de acuerdo siempre, más cuando llegaba el momento de iniciar con el tratamiento el cambiaba de opinión. Cada vez que el cambiaba de opinión yo terminaba la relación pues tenía super claro que mi prioridad era ser mamá. Lo malo fue que esto pasó no solo una vez ni dos, sino 3 veces. Ya la última vez pude ver la realidad y empezar a trabajar en mi para poder hacerlo yo sola. Ese año hice todos los análisis y ya estaba todo listo pero simplemente no pude hacerlo. No me sentía segura, no estaba lista y de alguna forma mi estado de animo no ayudaba. Yo sabía que tenía que estar super bien para que el tratamiento funcionara. Y así pasaron otros dos años. Ya en 2020 de alguna forma la vida me puso todo enfrente para poder avanzar, justo al inicio de la pandemia. La doctora de la clínica de fertilidad me había dicho: “de aquí a que tengas 50 años cuando quieras”. Ya iba a cumplir 49 ese año y sentí que lo tenía que hacer si o si ese año. Pedí ayuda a una colega de ThetaHealing. Conocí esta técnica en el 2011 y me metí de lleno, tomé todos los cursos y alcancé el nivel más alto. Ahora es a lo que me dedico, confío 100% en el ThetaHealing. Mi enfoque fue sanar todo lo que me detenía para hacer lo que tenía que hacer para tener un bebé, para cumplir el sueño de toda mi vida. Al final se fue posponiendo la cita por la pandemia hasta el mes de julio. En esa consulta me entero que en el ultrasonido que me había hecho salía una bolita en el pecho que no le gustó a la doctora. Me mandó a una especialista de oncología que me dijo que no creía que fuera nada malo, pero que había que repetir el estudio en un mes y en todo caso hacer una biopsia. Todo ese mes me dediqué a hacerme ThetaHealing para sanar la bolita pero tuve miedo de no poder cumplir mi sueño de ser mamá. Si salía algo malo en la biopsia ya no se podía hacer. Pasó el mes y la verdad es que me costó armarme de valor para ir a la consulta. Gracias a Dios ya no salía nada en el ultrasonido. Sentí una felicidad enorme y en ese momento me sentí super decidida ahora si a hacer el tratamiento de fertilidad. El pensar que estaba la posibilidad de no poder hacer el tratamiento me hizo tomar la decisión. Y a partir de ese momento se empezaron a dar las cosas y a abrir todas las puertas. Cuando me di cuenta que solo dependía de mí la decisión de ser mamá dejé de pedir permiso de alguna forma a la sociedad y pude conectar con mi fuerza para hacerlo. Una parte dentro de mí había creído que las personas a mi alrededor tenían que estar de acuerdo conmigo para poder así contar con su ayuda. Este fue uno de los momentos de claridad más importantes en mi camino a ser mamá. Todo avanzó desde entonces sin problema ni contratiempo alguno. Empecé el tratamiento y una vez que pasé la primera inyección todo fue más fácil. Me hacían ultrasonidos de vez en cuando y por fin mi cuerpo estaba listo llegó el momento de viajar a Nueva York. Una amiga me prestó su departamento en NY y otra amiga me acompañó al viaje, así que llegué CON TODO a la transferencia de embriones. Si tuve momentos de duda pero gracias a Dios la amiga que me acompañó me subió el ánimo cada vez. El viaje fue algo complicado en cuanto a que estaba en pleno apogeo el covid en Nueva York y yo me tenía que cuidar mucho. De regreso empezó la espera de 11 días para poderme hacer la prueba de embarazo. Cuando salió positiva lloré de la emoción, no lo podía creer. Mi sueño se estaba cumpliendo. En el primer ultrasonido sentí una alegría enorme cuando pude ver el saquito vitelino y la doctora me explicó lo que era
Maria, mi maestra de vida….
María, mi maestra de vida. Hoy quiero compartir con ustedes una parte de mi historia, realmente no sé como empezar, ya que es larga y compleja…empezaré por lo que para mí fue un cierre de un proceso que empezó hace varios años. El sábado pasado le organicé a mi hija María y a Renata su pareja, una despedida de soltera con 50 grandes mujeres, entre ellas estaban Alexa, mi hija menor, mi mamá, mis tías, mis primas, mis grandes amigas, amigas de María y por supuesto mi adorada nuera (¿o yernita?) acompañada de su mamá y su hermana. Hace apenas unos años, jamás me hubiera imaginado que yo pudiera compartir este momento con mi gente mas cercana y sentirme tan feliz y orgullosa de ver a mi hija María, como la gran mujer que es, decidida y emocionada de empezar un camino fuera de casa, con la mujer que ama. El empiezo fue tortuoso, primero y más que para nadie, lo fue para María. Dieciséis años, María regresa de un campamento llorando. “Mama extraño mucho a una amiga española que conocí, creo que siento algo diferente por ella….” Acto seguido, yo: “Vamos con el psicólogo, seguro es una confusión de la adolescencia”. Un año después, María me avisa que tiene novio, ¡¡¡¡y yo, feliz!!!! ¿Qué pensaba yo?: “es obvio que María no es gay, tiene una familia normal, donde ha recibido mucho amor por parte de papá y mamá, donde hay una formación en valores, no hay motivos……” Cancelado el tema. Duró poco con el novio. Entró a la universidad: “Ma, Pa” nos dice un día, “Puedo invitar una amiga de la carrera a Acapulco”. (Íbamos toda la familia). Nosotros: “Sí, claro amor”. Estando en Acapulco, de pronto una punzada en mi estómago que no se me quitó en todo el fin de semana. Observamos mi esposo y yo, que la forma en que María miraba y trataba a su amiga era diferente a nuestra María con respecto a sus amigas de la prepa. Terminado el viaje, la llamamos, la cuestionamos y le expresamos nuestra preocupación. María lo negó, pero tan sólo dos días después, María nos pide a mi marido y a mí que quiere hablar con nosotros y nos confiesa que, en efecto, tenemos razón, que a ella le gusta su amiga y que pronto serán pareja. Acto seguido: Una cubeta de agua helada en mi cabeza, ¿cómo? ¿tú? ¿por qué? ¿qué hicimos mal? ¿dónde fallé? A pesar de este frenesí de ideas que ocurrían en mi cabeza, el amor ganó y le dijimos que sea cual sea su preferencia sexual, contaba con todo nuestro apoyo. “Un favor María”, le pedimos, “no lo comentes con nadie hasta que nosotros procesemos esta noticia”. En ese momento se desencadenaron multitud de sentimientos, vivimos una montaña rusa donde hubo momentos de tristeza, de confusión, de enojo, de aprendizaje, en fin, que difícil es a veces para los seres humanos quitarnos ideas preconcebidas, prejuicios sociales, y expectativas, que cuando uno logra analizarlas, cuestionarlas y no vivir dejándose llevar por la inercia de la costumbre, del ¿que dirán?, uno crece como persona, como ser humano. Yo en lo personal, le agradezco a María, que me movió de mi zona de confort e hizo que yo cuestionara, ¿qué es lo que en realidad importa en la vida?, ¿de verdad la preferencia sexual de una persona es algo, a lo que no deberíamos darle tanta relevancia? Tuvimos miedo de cómo iban a reaccionar con esta noticia nuestros papas, nuestros amigos y…. ¡oh sorpresa que nos hemos llevado! Puro amor, apoyo y respeto. Lo que pienso hoy, como mamá, es que lo más importante que les podemos dar a nuestros hijos es todo nuestro amor, educarlos en valores y motivarlos a volar sin esperar que su vuelo sea igual al nuestro. Gracias María. Leonora (una mamá orgullosa)
¿Qué es Hormonal Wellness? Bibi López de Silanes
Bibi es mexicana, mamá de dos hijas, co-fundadora de Sanar Está en MI y creadora del sistema Yoga para sanar® y pionera en México del Yoga Terapéutico para sanar el sistema hormonal, nervioso y endócrino. Bibi tiene más de 10 años de experiencia como guía de meditación y es co-creadora del método Medita-TE®. Bibi es egresada en Dirección de Empresas por el IPADE. Tiene además una certificación internacional como instructora de Hatha Yoga, Viyasa, Meditación y Pranayama con especialización en Yoga Hormonal Terapéutico (YHT) y es maestra en talleres de Desarrollo de la Conciencia. Participa en un podcast semanal y ha dado cursos en México y Europa durante los últimos 7 años. ¿Qué es Hormonal Wellness? Empecemos por definir las hormonas: son químicos que producen nuestras glándulas y las mandan por todo nuestro cuerpo para regular y controlar el bienestar, la salud y el desarrollo de nuestro cuerpo. Juegan un rol importantísimo en nuestras actividades diarias así como en las etapas de cambios importantes en el cuerpo. Las hormonas son tan poderosas que afectan todo en nuestro organismo, desde los niveles de azúcar en la sangre, la presión arterial, el crecimiento, la fertilidad, el deseo sexual, el metabolismo, el peso, el sueño, el estado de nuestra piel, uñas, pelo… Influye incluso en cómo nos vemos, pensamos y actuamos todos los días. Las hormonas juegan un rol fundamental en todas las etapas de nuestra vida, afectando tanto la calidad como la forma en la que vivimos. Las hormonas son vitales para nuestro bienestar y tienen un papel importantísimo en la adolescencia, los embarazos, post-parto, la menopausia, el estrés, el ejercicio, la recuperación, el hambre, el sueño, la belleza…. Culpamos a las hormonas de muchos síntomas y padecimientos. Tienen un impacto grande en nuestro estado de ánimo, físico y mental. El Dr. Hermann explica, “Por mencionar algunas hormonas, el estrógeno es un antidepresivo natural que actúa en tu cerebro. Si la hormona de la tiroides está baja o alta puedes tener depresión o ansiedad. El cortisol, la hormona del estrés, afecta tu estado de ánimo, el sueño y la recuperación del cerebro.” ¿Tienes problemas para dormir o con la comida? ¿No puedes concentrarte, tienes problemas con tu memoria y con terminar tus labores del día a día? ¿Tus relaciones o tu trabajo están siendo afectados? ¿Tienes síndrome pre-menstrual, cólicos, te hinchas, retienes líquidos, tienes la piel muy reseca? ¿Estás cansada sin razón, tienes resequedad vaginal, bochornos, depresión, subida o bajada de peso repentinos? ¿cambios de humor, irritabilidad, ansiedad, insomnio?…. Todas queremos estar y sentirnos sanas, en equilibrio, llenas de energía y de fuerza de vida. Hormonal Wellness es un sistema que consta de técnicas sustraídas de la sabiduría del Yoga y que aplicamos de manera terapéutica para sanar, alinear y armonizar el sistema endocrino y hormonal con el objetivo de crear el medio óptimo que te permita recuperar tu salud y/o mantenerte llena de energía y sana a través de las diferentes etapas de tu vida. Esta técnica de Yoga terapéutico fue creado con la intención de que puedas re-conectar con la sabiduría de tu cuerpo, el amor a tu feminidad para que te veas y te sientas mejor, más joven y bella que nunca. Con la práctica de este conjunto de posturas, movimiento, vibración, meditación, mantras y visualización te sentirás y te verás mejor que nunca. ¡Bienvenidas! Bibi @sanarestaenmi https://sanarestaenmi.com
Soltar el Miedo y Confiar…Mi camino de Sanación
Bueno pues ahora las REVELS me pidieron que cuente mi historia, como si bailar libremente sin una gota de alcohol no fuera suficiente, ahora me piden que escriba…. Y pues que escribooo!! Porque como bien hemos aprendido, en la incomodidad hay grandes transformaciones. Y esta es mi historia de transformación!! Empieza cuando yo tenia 14 años, voy de camino a la escuela, con mi hermana Sally de 13 años y 3 coches se nos cierran, bajan hombres armados y encapuchados y con la pistola apuntando hacia nosotras, nos cambian de coche y nos llevan a lo que seria de los días mas difíciles de mi vida. Fueron 43 larguisimisimos días, que al día de hoy no entiendo cómo lo aguantamos. Los primeros dos días nos tuvieron en una cama (JUNTAS, BENDITO DIOS SIEMPRE JUNTAS) con los ojos vendados. Luego nos hicieron un UP GRADE a un colchón individual cubierto con una manta y una tele. OHHH Bendita TELE, Vimos tantas y tantas horas de tele que no esta escrito. Ahí estábamos adormeciendo la mente, un regalo de Dios como hoy lo puedo ver. Jugábamos turista, barajas y la ansiedad que sentíamos la teníamos también muy bien atendida. TODO EL DIA TRAGABAMOS!!! Chocolates, refrescos, papas, tortas, lo que pidiéramos había, cuento esto para que entendamos cómo en la peor de las situaciones, estaba la mano de DIOS en todo, estábamos muy bien cuidadas y eso lo sentíamos casi todo el tiempo. Sabíamos que TODO iba a estar bien! Y esta fue la historia que nos contamos junto con toda mi familia. Nos regresaron “BIEN” después de 43 días y nos empezó un largo y profundo viaje, para sanar las heridas que nos había dejado el suceso. La principal cualidad que adoptamos después de esto fue la GRATITUD. Gratitud por las cosas mas sencillas, por un baño caliente, por dormir en mi cama, por estar de nuevo con mi familia, y por que mi hermana y yo JUNTAS estuviéramos vivitas y coleando!! Me considero una persona que busca la felicidad, busca la alegría, busca tocar y transformar vidas de otras personas (desde mi rincón, se hace lo que se puede) y Gracias a DIOS la he encontrado, en mi hermosa familia, mi esposo, el mejor acompañante que Dios me pudo mandar para este viaje, mis 4 hijos, mis mas grandes maestros y por una conexión profunda y sincera con Dios. Pero llegar aquí no ha sido nada fácil, por que el suceso mencionada me dejo con una cantidad de miedos que ni les platico, monstruos enormes que invadían mi vida. Con el tiempo, la compasión, el amor, confianza en mí misma y muchísimo trabajo personal y espiritual, he logrado ir convirtiéndolo en un mini monstruo. Cuando les digo que todo me daba miedo, era todo, cada embarazo creía que terminaría en aborto, cada nacimiento en una tragedia, cada paso en un tropiezo. Pero para mi sorpresa mi vida no ha sido así, la vida o Dios ha sido siempre mucho mas fuerte y maravillosa que mis pensamientos. ME llego el día en que me dije…. YO ya aquí no VIVO. En una mente llena de miedos, con falta de confianza, falta de fe auténtica, AQUÍ YA NO QUEPO!! Y cambié mi historia hace justo 1 año. Y entendí que UNO decide si alimenta el miedo o alimenta el AMOR! (Y aquí ya se puso muy HIPPIE jaja!!) Se volvió un trabajo de TODOS los días con subidas y bajadas en un camino de regresar al amor. Los miedos siguen regresando, aparecen más de lo que me gustaría decir pero decido soltarlos a alguien mas fuerte y mas poderosa que yo!! Porque si…. a estas alturas de verdad ya me di cuenta que no controlamos nada. Entonces aquí me tienen todos los días decidiendo CONFIAR, SOLTAR, VER POR EL OTRO y caminar agarrada de la mano de Dios y por donde me quiera llevar. Y me siento bien!! Los invito a probarlo jajaja!! Pero a darle que no hay de otra!! Que aquí estamos todos juntos en esto! No me voy sin antes agradecer a REVEL por acompañarme en este año completamente transformador para mí. Sin duda llegaron cuando tenían que llegar!! GRACIAS!! Con mucho cariño y miedo LUCY GALANTE
Gordofobia
A veces no es fácil dar un testimonio cuando de nuestros hijos se trata. Por años he guardado con cautela parte la historia de mi vida que involucra a mi hija, pues aunque fue desde su vivencia que inicié mi transformación, he sido prudente en no abrirme por completo a los motivos que me llevaron de pasar de una práctica salutista casi inflexible, a volverme una aliada que lucha activamente por la diversidad e inclusión corporal. Pero ahora ya estoy lista y además tengo el permiso de mi niña para compartir esto. Cuando mi niña cumplió 8 años notamos que su cuerpo empezaba a crecer y en pocos meses cambió dos veces de talla. Una parte en mí decía “está creciendo” pero otra parte tocaba con el peor de mis miedos: el terror a engordar. La visita regular al pediatra me generó dudas y a ella la desconcertó pues le hablaba de “no comer galletas ni tomar refrescos” y vamos, en casa no había ni azúcar blanca ¿cómo iba a haber refrescos? ¡Por favor! Si encima de todo yo era Health Coach… y con una culpa arrastrada empecé a buscar caminos para “solucionar” un problema que me pesaba y empezaba a rebasarme. Toda la alimentación que ofrecía en casa pasaba por un riguroso escrutinio. Era experta en clasificar orgánicos, grass fed, sin pesticidas, sin colorantes, ingredientes que pudiera leer, no procesados, no transgénicos, sin GMO… y la lista de exigencias era interminable al grado de llegar a un restaurante y mirar el menú con un miedo profundo por no conocer el origen de los alimentos. No lo sabía pero tenía un TCA (trastorno de la conducta alimentaria) y además era dietante crónica. Mi obsesión por la delgadez me llevó a pasar por todas las dietas conocidas, por un sin fin de nutriólogas, por sacrificios a la hora de comer que me tenían desconectada y encadenada. Así por años. Me vi de frente ante la imposibilidad de “controlar” el crecimiento del cuerpo de mi hija y recurrí a un par de métodos para iniciarla en buscar “reducir” su tamaño. Me decía: “no es ponerla a dieta es enseñarle a comer”. Una vez me dijo ¿ma estoy enferma? ¿Hay algo mal con mi cuerpo? Y mi respuesta fue: no mi amor, ¡tu eres preciosa! (Una respuesta que se que no cabe, pero para la cual en ese momento no estaba preparada) Mi hija simplemente se rebeló y en las dos ocasiones que la llevé con profesionales de la salud para que “la ayudaran” me dijo: “no quiero volver”. Impotencia, frustración, enojo, culpa y todo esto sentía yo: ¿cómo iba a solucionar este problema? Entonces llego una publicidad de una charla sobre imagen corporal en los hijos y me llamó la atención. La daba Raquel Lobatón, una nutrióloga que yo conocía de años atrás. Ese día, 8 de marzo de 2019 mi vida cambió para siempre. Recuerdo que no paré de llorar. Cada palabra que decía Raquel, atravesaba mi cuerpo. Nunca había reconocido el dolor de odiarme tanto. No sabía que llevaba una vida en guerra contra mí misma. Y peor aún, había declarado territorio hostil el cuerpo de mi hija. ¡Cuánto se movió! y las puertas se abrieron hacia un camino que sigo transitando en defensa de la aceptación de la diversidad, en la búsqueda al respeto de todos los tamaños de cuerpo. Escuché por primera vez la palabra Gordofobia y desde ese día empecé a desarrollar el radar antigordófobo. Transitar el dolor del cambio no fue fácil pero mi camino se empezó a abrir hacia la conciencia y empecé un formación en crianza consciente. En estos tiempos perdí a mi compañero de vida y padre de mis hijos. Con más pena encima sabía que necesitaba mirar a mis hijos como los seres completos que son, necesitaba sanar mis heridas, entender el dolor, abrazarme fuerte, darme permiso. ¡Qué liberador resulta empezar a conocer el significado de amor incondicional! Empezar a reconciliarme y adentrarme cada vez más en la lucha. Escuchar otras voces, abrir espacios y sobretodo, acompañar a mi hija desde ese amor que empezaba a invadirme. Así ya han sido 3 años y con ellos un enorme aprendizaje. Esta es una historia de amor, es poder ver en un espejo mi propio dolor y abrazarlo y cuidarlo, es decir a la niña que fui que todo está bien y mirar a la madre que soy como una mujer fuerte, que sigue aprendiendo y que ve al amor como la fuerza más poderosa del universo. Gaby Pezet
Sexual Wellness: El deseo sexual, mucho más que un impulso
SEIS DATOS QUE PUEDEN INICIAR UN GRAN CAMBIO ¿Qué sucede con eso a lo que llamamos impulso sexual? ¿Por qué es tan voluble, a veces incluso impredecible? ¿Por qué, en la misma situación, unas veces lo sentimos y otras no? Lo primero que deberíamos hacer, es dejar de llamarlo “impulso”, como si fuera un instinto inevitable o una fuerza externa. En lugar de eso, hablaremos de nuestro deseo, nuestras ganas de tener una experiencia sexual en un momento dado. PREGUNTAS SENCILLAS, RESPUESTAS COMPLEJAS Una investigación reciente acerca de este tema formuló, entre otras, la siguiente pregunta: Si te ofrecieran tener todo el dinero que quieras, pero con la condición de que tu vida sexual se va a quedar exactamente como está, y nunca va a mejorar, ¿aceptarías? ¿O preferirías dejar pasar el dinero, en la esperanza de tener una vida sexual mejor? Muchas de las personas que respondieron preferirían conservar la esperanza de una vida sexual mejor. ¿Qué significa esto? ¿Qué toda la gente está insatisfecha con su vida sexual? ¿Qué estamos cometiendo errores? Para nada. Por una parte, deja clara la enorme importancia emocional que tiene, para las personas, su vida sexual. Por otra, significa que pocas personas consideran que tienen una vida sexual “ideal”. Tenemos mucho por aprender acerca de cómo funciona el deseo sexual, y cuánto de esa emoción depende de factores que están a nuestro alrededor. UN SISTEMA COMPLEJO En realidad, nuestro deseo sexual no es un impulso, porque esto implicaría que es siempre un estímulo. Pero los enfoques de investigación más recientes sugieren que no se trata sólo de un estímulo sino de un complejo sistema de “aceleradores” y “frenos”, que se activan o desactivan en función del momento en el que estamos (tanto en nuestro entorno físico como en el mental). Pueden ser lugares, personas, olores o sonidos que provocan o disminuyen el deseo de tener una experiencia sexual en un momento dado. Y funcionan diferente para cada persona. Hay quien ve como un estímulo la posibilidad de que alguien más la vea o la escuche, y hay quienes lo ven como un enorme freno. Además, tienen que ver con nuestra naturaleza sexual. Simplemente, hay personas que tienen muy sensibles los aceleradores, y otras que necesitan más tiempo para alcanzar la aceleración. Hay quienes activan los frenos a la menor señal, y quienes tienen problemas para frenar. ¿ES CUESTIÓN DE ECHARLE GANAS? En realidad, es falsa la idea de que “todo está en ti”. Por fortuna, hoy contamos con investigación y con conocimiento que nos permiten explorar de cuántas maneras nuestro contexto y nuestra personalidad sexual determinan nuestro deseo, y también las etapas por las que éste pasa. Las claves para conocer mejor nuestra relación con el deseo sexual las podemos encontrar en nuestra mente, en nuestra educación y en la situación que estamos viviendo. También es importante conocer nuestra propia anatomía, y entender cuántas semejanzas hay entre los genitales masculinos y los femeninos. Por supuesto, hablaremos también de la enorme influencia que la cultura pop tiene en nuestra auto imagen, y cómo eso puede arruinar nuestra vida sexual. 1. NUESTRA ANATOMÍA, NO SOMOS TAN DIFERENTES La anatomía masculina y la femenina son configuraciones diferentes de las mismas estructuras. Por eso notamos peculiaridades que parecen no tener sentido, como los pezones de los hombres. Y es que, al principio de nuestra gestación, nuestros cuerpos no son masculinos ni femeninos. Comparten una misma estructura y los mismos tipos de tejido. Sólo cuando llegan a un cierto punto de la gestación se vuelven masculino, femenino o, en ocasiones, inter sexo. En ese momento, además, cada parte del cuerpo cobra su forma final, y esta configuración es irrepetible. Es decir, cada vagina tiene una forma única y características propias, y la parte visible de un clítoris puede variar en tamaño, desde el de un chícharo hasta el de un pepinillo. Olvidemos la idea de estándares, de “lindo” y “feo”, de normal y anormal. La variedad es la única norma. 2. TIENES UNA PERSONALIDAD SEXUAL ÚNICA Cada cerebro, en cada persona, tiene un complejo conjunto de asociaciones, imágenes, pensamientos y traumas que, de acuerdo con el contexto del momento, pueden actuar como “aceleradores” o “frenos” para el deseo sexual. Cuando un sistema nervioso aplica sus frenos con facilidad, la persona suele tener más barreras sexuales. Pero esto no es un defecto o una enfermedad. Cada cerebro tiene, en diferentes momentos, diferentes niveles de sensibilidad a los estímulos que causan el freno o la aceleración en el impulso sexual, y esto es perfectamente normal. 3. EL CONTEXTO ES ESENCIAL La calidad de una experiencia sexual depende del contexto. El contexto es uno de los mayores frenos y también uno de los grandes aceleradores que gobiernan nuestro impulso sexual. Podemos recibir exactamente los mismos estímulos y, si se presentan en contextos diferentes, nunca tendrán el mismo efecto. Hay contextos que inmediatamente, casi de manera obligada, asociamos con el impulso sexual, y contextos que, con la misma claridad, identificamos como impropios para el sexo. Por supuesto, el contexto es más que el lugar: es también la situación y es también nuestro estado de ánimo. 4. EL ESTRÉS MATA AL SEXO Cuando estamos pasando por situaciones de estrés, sin importar su causa, el impulso sexual se suprime prácticamente por completo. Incluso en un contexto que asociamos con la experiencia sexual, puede haber factores de disrupción (una discusión, ansiedad del desempeño, malestar físico). Esto es comprensible y no es algo por lo que debamos culparnos. 5. LOS PELIGROS DE LA CULTURA POP La cultura pop, con sus visiones estandarizadoras y sus normas injustificables, puede arruinar nuestras vidas sexuales. Las revistas supuestamente hechas para mujeres, están siempre idealizando y glamorizando la experiencia sexual, hablando de vidas sexuales intensas, de “complacer a tu pareja”, de ser, siempre y en todo momento, atractiva. Presentan como real un ideal de belleza física que sólo se logra con cirugías y efectos fotográficos. De eso hablamos siempre. Pero se habla menos de cómo proponen, también, un ideal no realista,
Mi Despertar
La muerte de mi esposo cambió radicalmente mi mundo y el de mis hijos. Yo sé que nada volverá a ser igual, pero estoy aprendiendo a estar bien. Estoy aprendiendo a vivir esta nueva realidad que nunca pensé vivir. Me quedé viuda hace casi un año cuando acababa de cumplir 41, con tres hijos, de 11, 10 y 4 años. Viuda de un hombre maravilloso, excelente esposo y papá, increíble hijo, hermano y amigo. Estábamos viviendo nuestro mejor momento de pareja. La pandemia nos llegó a unir más. El trabajaba desde casa y los niños tomaban clases virtuales. Así que, sin querer, nos volvimos más empáticos el uno con el otro lo que nos unió más como pareja y como familia. Puedo decir que tuvimos la gran suerte de disfrutarlo todos los días, a todas horas, por un año. Aunque no sé si eso hizo que fuera todavía más doloroso. Recuerdo que en un principio sí llegué a pensar, ¿por qué EL y no YO? Hoy empiezo a aceptar y a entender que así tenía que ser y que tengo muchas más cosas que cumplir en esta experiencia terrenal. Me da paz pensar que nuestras almas ya lo tenían pactado así. Sin duda ha sido el año más difícil de mi vida. Conocí el duelo, el dolor por la pérdida de un ser querido, de una buena pareja. Sin más, un día su corazón dejó de latir de un minuto a otro, y así mi vida cambió también. En un principio no podía entender la realidad, no podía aceptarlo. Hoy aún me cuesta. Sigo aprendiendo a sobrevivir la muerte de mi esposo. Duele por lo que pasó, pero también por lo que ya no pasará. Además, también tuve miedo, mucho miedo de verme sola con mis tres hijos, de mi futuro y el de ellos. Después de estar casada 13 años y vivir en pareja y en familia, me dio miedo ahora salir y enfrentar el mundo yo sola, sin ese cómplice y compañero de equipo y de vida. A partir de ahora sería yo el pilar de esta familia, y eso claro que da mucho miedo. No sabía ni por dónde empezar. Pero aún así, con ese dolor tan profundo y con ese miedo, decidí no dejarme vencer y enfrentar la vida. Por mis tres hijos y por mí también. Saqué una fuerza que no sabía que tenía, y esa fuerza fue la que me ayudó, a pesar de mi dolor, a poder abrazar y contener a esos tres corazoncitos que se hacían pedazos, y al mismo tiempo salir y enfrentar lo que la nueva vida me tenía preparado, entre eso, empezar con los miles de trámites que implica una muerte tan repentina. Este mes, va a ser un año que enviudé, pero definitivamente hoy soy otra mujer muy diferente a la que era antes. La muerte de mi esposo fue un parteaguas en mi vida. Con él se fue la persona que algún día fui y me convertí en una mujer totalmente diferente. Con todo el dolor que sigue habitando en mi corazón y lágrimas en los ojos, puedo decir que hoy soy una mujer más fuerte, más segura de mí misma, más independiente y más amorosa. Y lo digo con mucho orgullo porque hace un año no pensé que lo lograría. Ha sido un camino muy oscuro en el cual todavía no alcanzo a ver la luz del todo, pero sé que hacia allá voy. Nadie tiene la vida comprada. Ahora me doy cuenta que todo puede acabar en un abrir y cerrar de ojos sin que te des cuenta. Pero en medio del dolor y la pérdida, hay que levantarse y seguir. Siempre tendremos un motivo para hacerlo. En mi caso son mis hijos, yo misma y por honrar la memoria de mi esposo. Lily Menéndez “Nada es tuyo, la vida de to alquila, te lo presta para que lo disfrutes mientras lo tienes” – Walter Riso
Me doy el permiso de SER YO MISMA y nunca dejar de aprender…
Me invitó Revel a escribirles algo de mí, como una mujer diremos común y corriente, pero con mucho amor y agradecimiento a la vida y a lo que la misma me ha dado. Les contaré algo de mi historia desde mi corazón, ya que amo a Revel, lo amo desde antes de nacer y he estado y estaré cerca de este gran proyecto siempre. Soy Maruca, una mujer de 73 años, pero con un corazón joven y muchas ganas de vivir en plenitud. Soy esposa, madre de tres que se volvieron 5 y feliz abuela de 5. Como se pueden imaginar soy de varias generaciones atrás… Cuando era niña en casa de mis papás teníamos una televisión blanco y negro, el teléfono era de disco, escuchábamos música en tocadiscos y así les puedo enumerar mil vejestorios que nos hacían muy felices. Todo va cambiando, el tiempo pasa y todo evoluciona y creo así mismo nosotros debemos evolucionar también. Siempre he sido una persona activa, alegre y entusiasta, esas características me han ayudado a ir navegando a lo largo de mi vida con todas las situaciones que se me han presentado. Tuve un negocio propio de eventos, organización y catering muchos años hasta que la vida me premió con una gran bendición, mi primer nieto entonces ya no tenia tiempo para atender al 100 mi negocio… ¡nieto mata todo! Pero como les dije, yo inquieta, después de un tiempo de ser abuela de tiempo de completo me decidí aventurarme en el mundo del multinivel, donde toda la tecnología se me presentó de golpe (acuérdense del tocadiscos) y no sabía ni por dónde empezar. Desde no saber que era realmente una empresa multinivel, hasta no saber ni usar o cómo se comían las redes sociales y ahora 7 felices años después amo esta industria. Tuve que aprender, bueno eso de aprender esta por verse, me falta mucho pero ahí voy, poco a poco, atravesando miedos y enfrentándome a la tecnología y, sobre todo, a mí misma. La tecnología siempre me gana, pero nunca me doy por vencida, me doy permiso de equivocarme y, como dicen en Revel, me salgo de la caja, cosa que me encanta y ahora me doy cuenta de que inconscientemente, siempre me he salido de la caja. Las animo a que se den permiso de ser ustedes mismas, a la edad que tengan, nunca es tarde para ir por el camino que cada una deicida ir, estar siempre abierta a los cambios y al aprendizaje continuo. Con cariño, Maruca @marucajove
Mi historia como mujer con cáncer
Van varios días que empiezo a escribir esto y no sé cómo seguir. La realidad es que mi caso al igual que el de miles de mujeres está lleno de errores, y una serie de personas que no hicieron su trabajo del todo bien, incluida yo. La primera vez que note la bolita, no le di la importancia debida. Tenía 32 años, estaba de viaje y no tenía ningún antecedente de cáncer familiar. Un cúmulo de errores médicos (míos también) y el hecho de que me casaba ese año, me llevaron a posponer la “cirugía estética” para removerla como tenía pensado hacer. Casi un año después de haberla notado por primera vez, y ante la insistencia de mi papá, volví a visitar un médico, al mes de haberme casado. Desde el primer minuto él supo que algo estaba mal y después de varias pruebas, una semana después estábamos sentados mi esposo y yo oyendo lo que nunca nadie quiere oír. Era cáncer y estaba por lo menos ya extendido a los ganglios, no había tiempo que perder. En las próximas horas, días y semanas, parecería que mi historia la estuviera escribiendo mi peor enemigo. Cuando por fin pudimos respirar yo estaba empezando mi primer ciclo de quimioterapia, con un diagnóstico poco alentador “carcinoma ductal infiltrante, con metástasis en hueso, ganglios, hígado y pulmón, estadio IV” y estaba embarazada de 5 semanas. Los siguientes meses al contrario de lo que todo mundo puede creer fueron meses llenos de paz. No voy a mentir, fue una montaña rusa, sin embargo, para mí, el contar con una familia que se volcó cuerpo y alma a cuidarnos; un esposo que en lugar de dormir leía casos y expedientes médicos; tías, primas, amigas, amigas de las amigas de las amigas (literal!) y nuestra Fe, hicieron que esos meses, hoy en día no los recuerde con sufrimiento ni dolor sino como meses llenos de alegrías, amor y cariño. Fue ahí donde descubrí muchas cosas de lo que es ser mujer. Descubrí que por nuestros hijos somos capaces de lo impensable, que por los que queremos somos capaces de sonreír cuando no nos quedan fuerzas, que nuestros cuerpos son mucho más fuertes de lo que creemos y sobre todo que Necesitar al otro no nos hace menos fuertes. Los meses siguientes, tuve la oportunidad de vivir algo único. Algo que nunca podré pagar. Mis hermanas, mis tías, mis amigas y diferentes grupos de mujeres se unieron para alegrarnos las semanas! El cuarto del hospital se convertía cada viernes en una sala de reunión. Tías, primas, hermanas volaban desde México para hacernos compañía a mi niña y a mi, haciéndonos llegar el cariño de muchas mujeres que estaban detrás. Mis amigas no se quedaron muy lejos semana a semana se hacían presente de forma extraordinaria. Qué puedo decir. La compañía física o emocional de cada una de las mujeres que sabíamos que estaba acompañándonos en este camino era un motor tan fuerte que hacía que el peso que cargábamos se sintiera ligero. No soy superviviente, vivo con cáncer. Hoy en día gracias a los avances en la medicina Ya no es un, sobrevivir o morir, hoy en día hay una tercera opción que es vivir una enfermedad crónica. Como es mi caso. Y la diferencia entre estas tres siempre es la detección temprana. Hemos visto al cáncer por muchos años como una enfermedad o que te mata o “le ganas”. La realidad es que nunca le ganas. Lo que te quita, aún cuando te quedas con vida, muchas veces cambia para siempre quiénes somos. A cada uno afecta diferente, y hay los que tienen suerte y pueden retomar una vida normal. Que realmente no es cuestión de suerte, sino es la diferencia de detectarlo a tiempo o no. En mi caso, al no haber hecho una detección temprana, implica que cada 3 Semanas por el resto de mi vida, hasta que se invente algo nuevo, me tenga que meter un tratamiento, tomar una pastilla diario, y lo que más nos ha costado, la posibilidad de que podamos tener hijos. Somos afortunados porque estuvimos en la puerta de la muerte, pero el cáncer se cobró muchos muchos sueños. La única manera de ganarle al cáncer es detectarlo a tiempo. Con la Salud siempre hay que exagerar. No te conformes con todo está bien no es nada. En la Salud hay que pecar de precavidos. ¿Cómo mujer con que me quedo? Con qué hay que luchar hasta el final. Que hay que hablar de nuestros casos, de nuestros problemas pues a otra mujer puede ayudar. Que el resultado tal vez no será lo que esperabas pero que vale la pena luchar. Te quedas con más paz y with a hell of a ride. Conocer a Francisca, mi hija, sólo fue posible porque no tiramos la toalla las mil y una veces que nos dijeron que no se podía. Para adelante siempre para adelante. Macarena Olazábal