Revel the Movement

Hace un mes, aproximadamente, decidimos modificar el diseño semanal online para ofrecer a nuestra comunidad un programa mucho más integral de día a día, a efecto de que logren esa conexión con el cuerpo que se busca siempre en Revel. Esto surge desde la profunda convicción que tenemos de que dicha conexión es imposible de alcanzar sin las pausas y descansos necesarios independientemente del carril, nivel o estado de acondicionamiento físico en el que te encuentres.

Peeeero, y ahí viene el pero, con mucha frustración nos hemos dado cuenta que la respuesta a este cambio es de mucha resistencia. Será que como dicen por ahí…¿somos hijas de la mala vida? ¿Ya nos tatuaron a base de madrazos la cultura del no pain no gain a tal grado que ni siquiera la cuestionamos? Es muy probable. ¿Pero qué creen? ¡Si existe otro camino!

El placer, el gozo y el éxtasis que encontramos en el movimiento está a nuestro alcance, seas Advancer, Focuser, Beginner o apenas te estés decidiendo a empezar. Y lo único que tienes que hacer es darte la oportunidad de abrirte a las posibilidades y darte permiso de cuestionar tus viejas creencias.

Si eres Advancer, necesitas darle esos espacios al cuerpo para aflojar, descansar y reagrupar, para que los días extenuantes de la semana (que créanme los hay) logres hackear y optimizar tu cuerpo y sus recursos al máximo sin quemarte.

Si eres Focuser, necesitas encontrar ese punto de equilibrio entre el irte retando para construir cada vez más y el dejar que los músculos y fibras se relajen y descansen para que tu progreso no se vea afectado por la frustración, el burnout o peor aún, una lesión.

Y ¡qué decir de nuestras Beginners adoradas!, para las que es absolutamente necesaria toda la atención, cariño y compasión para que sus cuerpos sigan moviéndose, tejiendo, construyendo y descubriendo ese placer en el movimiento.

¿Por qué creemos que tenemos que ir a mil por hora siempre? ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo hacer pausa y respirar? ¿Por qué pensamos que tenemos que llevar al cuerpo a un agotamiento total, constante y continuo para obtener resultados? ¿Por qué el descanso está mal? ¿Por qué no podemos confiar en el cuerpo? ¿Por qué, a pesar de toda la evidencia en contrario, estamos convencidas que nuestro cuerpo se va a desmoronar si dejamos de pisar el acelerador?

¿A qué le tenemos miedo? ¿A sentir? ¿A engordar? ¿A aguadarnos? ¿A no ser suficientes? Puede ser que estemos un poco fuera de sintonía con nuestra frecuencia, pero no importa que tan fuera de sintonía estés, el mensaje del cuerpo siempre es el mismo: “Cuidame que yo te cuidaré”. Prendamos el switch, re-sintonicemos. Llegó la hora de leer el memo.

Encontremos ese sweet spot en el que la armonía entre el esfuerzo y el descanso sea tan deliciosa, que no nos podamos imaginar alguna otra manera de movernos y de tratar a nuestro cuerpo, mente y espíritu.

 Con amor,

Bea

 

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