¿Qué es Hormonal Wellness? Bibi López de Silanes
Bibi es mexicana, mamá de dos hijas, co-fundadora de Sanar Está en MI y creadora del sistema Yoga para sanar® y pionera en México del Yoga Terapéutico para sanar el sistema hormonal, nervioso y endócrino. Bibi tiene más de 10 años de experiencia como guía de meditación y es co-creadora del método Medita-TE®. Bibi es egresada en Dirección de Empresas por el IPADE. Tiene además una certificación internacional como instructora de Hatha Yoga, Viyasa, Meditación y Pranayama con especialización en Yoga Hormonal Terapéutico (YHT) y es maestra en talleres de Desarrollo de la Conciencia. Participa en un podcast semanal y ha dado cursos en México y Europa durante los últimos 7 años. ¿Qué es Hormonal Wellness? Empecemos por definir las hormonas: son químicos que producen nuestras glándulas y las mandan por todo nuestro cuerpo para regular y controlar el bienestar, la salud y el desarrollo de nuestro cuerpo. Juegan un rol importantísimo en nuestras actividades diarias así como en las etapas de cambios importantes en el cuerpo. Las hormonas son tan poderosas que afectan todo en nuestro organismo, desde los niveles de azúcar en la sangre, la presión arterial, el crecimiento, la fertilidad, el deseo sexual, el metabolismo, el peso, el sueño, el estado de nuestra piel, uñas, pelo… Influye incluso en cómo nos vemos, pensamos y actuamos todos los días. Las hormonas juegan un rol fundamental en todas las etapas de nuestra vida, afectando tanto la calidad como la forma en la que vivimos. Las hormonas son vitales para nuestro bienestar y tienen un papel importantísimo en la adolescencia, los embarazos, post-parto, la menopausia, el estrés, el ejercicio, la recuperación, el hambre, el sueño, la belleza…. Culpamos a las hormonas de muchos síntomas y padecimientos. Tienen un impacto grande en nuestro estado de ánimo, físico y mental. El Dr. Hermann explica, “Por mencionar algunas hormonas, el estrógeno es un antidepresivo natural que actúa en tu cerebro. Si la hormona de la tiroides está baja o alta puedes tener depresión o ansiedad. El cortisol, la hormona del estrés, afecta tu estado de ánimo, el sueño y la recuperación del cerebro.” ¿Tienes problemas para dormir o con la comida? ¿No puedes concentrarte, tienes problemas con tu memoria y con terminar tus labores del día a día? ¿Tus relaciones o tu trabajo están siendo afectados? ¿Tienes síndrome pre-menstrual, cólicos, te hinchas, retienes líquidos, tienes la piel muy reseca? ¿Estás cansada sin razón, tienes resequedad vaginal, bochornos, depresión, subida o bajada de peso repentinos? ¿cambios de humor, irritabilidad, ansiedad, insomnio?…. Todas queremos estar y sentirnos sanas, en equilibrio, llenas de energía y de fuerza de vida. Hormonal Wellness es un sistema que consta de técnicas sustraídas de la sabiduría del Yoga y que aplicamos de manera terapéutica para sanar, alinear y armonizar el sistema endocrino y hormonal con el objetivo de crear el medio óptimo que te permita recuperar tu salud y/o mantenerte llena de energía y sana a través de las diferentes etapas de tu vida. Esta técnica de Yoga terapéutico fue creado con la intención de que puedas re-conectar con la sabiduría de tu cuerpo, el amor a tu feminidad para que te veas y te sientas mejor, más joven y bella que nunca. Con la práctica de este conjunto de posturas, movimiento, vibración, meditación, mantras y visualización te sentirás y te verás mejor que nunca. ¡Bienvenidas! Bibi @sanarestaenmi https://sanarestaenmi.com
Sexual Wellness – La Brecha Orgásmica
“Mmm ¡Qué bien se siente! ¿Te gusta a ti también?” Y tú piensas: en realidad no, no mucho. Pero contestas: “¡Sí, claro! ¡Delicioso!”, mientras volteas tus ojos con cara de enfado. Lo bueno de esto es que estás en posición de perrito y él no puede ver tu cara de enfado. Lo que quieres es que esto termine ya. Él continúa disfrutando y gime, entusiasmado; su respiración se acelera cada vez más y tú percibes que está apunto de venirse, así que empiezas a respirar aceleradamente y a gemir también. “¡Si! ¡Así! ¡Más! ¡Dame más! ¡Más profundo!”, gritas, para apresurarlo a que termine. Finalmente, él eyacula y tiene un orgasmo y te pregunta, “¿Te viniste tú también?” “Sí, claro, estuvo increíble”, mientes. El fragmento anterior es del libro Becoming Cliterate, de Laurie Mintz. Desafortunadamente, también es un diálogo de lo mas común en la intimidad de muchas relaciones. ¿Por qué las mujeres fingimos el orgasmo? ¿Por qué la brecha orgásmica es tan grande entre mujeres y hombres en una relación heterosexual? No podemos hablar de igualdad de género cuando existe una desigualdad tan grande en el dormitorio. Merecemos una vida sexual plena y satisfactoria. ¿Qué es la brecha orgásmica, a que se debe y cómo podemos disminuirla? La revista Archives of Sexual Behavior publicó un estudio que incluyó a más de 52,500 adultos. Los autores encontraron que, en relaciones heterosexuales, los hombres tienen orgasmo alrededor de 95% de las veces que tienen una relación sexual. En cuanto a las mujeres, apenas cerca de 60% refieren llegar al orgasmo. Otros estudios (enfocados también en las relaciones heterosexuales) han dado datos aún más alarmantes: mientras el porcentaje de hombres que alcanzan el orgasmo permanece casi igual (91%), el de mujeres podría ser tan bajo como 39%. El término “brecha orgásmica” se refiere a la realidad de que las mujeres en relaciones heterosexuales son el grupo demográfico que tiene menos orgasmos durante una relación sexual, y que una gran distancia las separa de los hombres en este tema. Si bien es cierto que una vida sexual plena no se define por el número de orgasmos que una persona tenga, se trata de una diferencia muy marcada, y el gran misterio es: ¿por qué hemos dejado que se normalice esta situación? La brecha orgásmica tiene que ver con muchos factores, pero uno muy importante es la ignorancia cultural acerca de la anatomía femenina. Entender nuestra anatomía es fundamental para saber qué nos gusta y cómo lograr el placer máximo. Aprender acerca de lo que nos provoca placer y conocer nuestros lugares mas erógenos nos da un mayor control sobre nuestros cuerpos. Así podremos enseñar a nuestras parejas a darnos más placer y lograr más igualdad en la cantidad de orgasmos. Mitos, verdades y malentendidos Necesitamos desaprender lo aprendido y estar dispuestas (y, claro, dispuestos) a empezar de nuevo. Uno de los principales mitos a erradicar es que la penetración es suficiente para que la mujer alcance un orgasmo. Es la escena mas común presentada en la industria pornográfica. Vemos a parejas teniendo lo que pareciera ser un sexo maravilloso, que consiste en la pura penetración, ignorando por completo al clítoris y todo su potencial. Vemos hombres que penetran por horas sin cesar a mujeres que aparentemente están volviéndose locas del placer, pero a la hora que nosotros tratamos de reproducir esas escenas nos damos cuenta de que no es así. La penetración por sí sola realmente no es placentera para las mujeres. El canal vaginal, en donde se lleva a cabo la penetración, casi no tiene terminales nerviosas. Si tuviera las necesarias para tener un orgasmo tan placentero como lo hacen ver las estrellas del porno, simplemente no sería posible parir: nos moriríamos del dolor. El centro de nuestro placer se encuentra en el clítoris, ese órgano destinado exclusivamente al placer y bastante ignorado y desconocido, todavía hoy en día, tanto por los hombres como por las mujeres. Otro factor que complica las cosas son los orgasmos fingidos. Hay estudios que demuestran que más de 70% de las mujeres en alguna ocasión de su vida o de manera habitual han fingido o fingen el orgasmo. Lo más triste y preocupante de esta parte es que las mujeres fingen el orgasmo porque creen que, si no lo alcanzan “como deberían hacerlo”, se debe a un defecto o una falla personal de ellas; que algo no están haciendo bien. El problema también radica en que estamos en una cultura que valora más la forma de placer masculina que la femenina. La anatomía del placer femenino La zona genital femenina incluye órganos internos y externos. Una de las partes internas es el canal vaginal, que es por donde entra el pene y por donde salen los bebés. Esta parte, como mencioné, tiene muy pocas terminaciones nerviosas, precisamente para poderse expandir lo suficiente para que nazca un bebé sin que la mamá muera en el intento. La parte externa se llama vulva. Está compuesta por los labios mayores y menores, así como la parte externa del clítoris, también conocida como “glande del clítoris”. Está hecho del mismo tejido que el pene, podemos decir que es su órgano análogo y, así como el pene, está compuesto de tejido eréctil y de miles de terminales nerviosas que se engrosan y crecen cuando se excitan. La gran mayoría de las mujeres necesitan estimulación clitoriana para lograr un orgasmo y la brecha orgásmica, generalmente hablando, es el resultado de que las mujeres no reciban la estimulación necesaria en su clítoris durante los encuentros sexuales heterosexuales. Si ponemos un poco más de atención a la forma de masturbarse de hombres y mujeres, podemos darnos cuenta que la forma en la que el hombre se da placer individualmente es bastante similar a la forma en que lo hace durante una relación sexual. En cambio la forma en la que una mujer se masturba casi siempre incluye estímulo directo al clítoris, ya sea de forma exclusiva o con alguna forma de penetración. Y cuando lo hacen así, casi todas las mujeres logran