Soy Lea y tengo 50 años. A mis 4 años le diagnosticaron a mi mamá cáncer de mama y le dieron 1 año de vida, lo cual me llenó de mucho miedo y ansiedad. El cáncer de mi mamá y el miedo de que muriera en cualquier momento fue parte de mi vida. Me casé a los 21 años y me embaracé lo antes posible para que mi mamá conociera a su nieto (a). A los 23 nació mi hija y me dijo “ya tienes a la compañera de tu vida, ya me puedo ir…” 5 meses después murió. Ahí empecé el camino y búsqueda por quitarme tantos miedos. A mis 30 años muere mi papá. A mis 33, me divorcié.
Hace dos años, en medio de la pandemia de COVID, me detectaron cáncer en un seno, me quitaron el tumor y los ganglios. seguido de quimioterapias, radiaciones y una menopausia inducida. Por muchos momentos pensé que no iba a soportar, el cáncer fue una maestría de vida, un regalo con una envoltura muy rara.
Mi proceso con el cáncer me llevó a trabajar en mí, no sólo físicamente, también emocionalmente. El cáncer me sanó, sanó a esa niña llena de miedos y ansiedad. El cáncer me regresó a la vida. Hoy me siento más viva y agradecida que nunca.
Lea Shwartz